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Con frecuencia salimos con la bici por lugares que conocemos sin necesitar de ningún mapa. Pero uno de los atractivos del ciclismo, especialmente el de montaña, es poder explorar lugares nuevos.

En este caso el uso de mapas se vuelve imprescindible.

Desde un clásico mapa de papel, hasta la multitud de mapas que nos ofrecen los diferentes dispositivos GPS y móviles, listamos aquí algunos de los tipos y formatos de mapas existentes.

Sin ánimo de ser exhaustivo, podemos clasificar los mapas por tipos y por plataformas para los cuales son válidos (hablamos de formatos) y por tipos.

– Mapas topográficos: Representan el relieve del terreno con líneas de nivel. Incluyen información tal como nombres de vías, poblaciones, picos, fuentes, ríos. Están disponibles tanto en formato físico (papel) como digital. Algunos incluso incluyen sombreado de relieve para hacer más fácil la interpretación del mapa.

– Ortofotos o mapas satélite: Se trata de fotografías aéreas georeferenciadas. Normalmente solo están disponibles en formato digital. Son muy atractivos visualmente pero no siempre la mejor opción ya que la vegetación puede ocultar las vías que necesitamos para seguir nuestra ruta. Por lo general no muestran nomenclatura (nombres de poblaciones, ríos, etc).

– Calles y carreteras: Generalmente en formato digital vectorial. Incluyen calles, carreteras, dirección de la vía, puntos de interés. Están especialmente indicados para navegación urbana o interurbana. Suelen ser más pobres cuando se trata de mostrar vías secundarias como pistas o sendas y por lo general no incluyen curvas de nivel por lo que no podemos interpretar el relieve.

– Híbridos: En ocasiones los mapas satélite incluyen una capa topográfica vectorial con lo cual tendríamos la nomenclatura típica de un mapa topográfico sobre la imagen satélite. Algunos GPS y apps permiten superponer un mapa topográfico sobre un mapa satélite.

– Relieves: En formato digital, aunque todos hemos visto algún modelo 3d en plástico. Se trata de modelos de elevación que solo incluyen la altitud del terreno. Sirven como base y apoyo al cálculo de altitud y en algunas apps para mostrar el mapa en 3d.

Cuando hablamos de formatos de mapas, podemos dividirlos básicamente en dos. Raster y vectorial.

– Raster: se trata de una imagen compuesta por pixeles. Es decir, algo así como una foto. Ya sea un mapa de papel escaneado o una foto satélite. La calidad del mapa dependerá de la resolución de la imagen y de la escala de éste.

– Vectorial: los mapas vectoriales son productos puramente digitales. Se componen de puntos y vectores (líneas, curvas, polígonos) georeferenciados. Los mapas vectoriales además, se componen de capas que se muestran u ocultan en función del nivel de zoom aplicado. Así veremos el nombre de una calle a máximo nivel de zoom pero la propia calle se ocultará si alejamos el zoom para por ejemplo ver solo las carreteras y poblaciones.

Por básico que parezca, no está de más hablar de ello.

La escala indica la equivalencia entre la distancia en el mapa y la distancia en la realidad.

Algunos mapas (los de papel) incluyen una escala gráfica, una barra que indica la escala. Esa barra puede medir 3 centímetros y equivaler a 1 kilómetro por ejemplo.

La escala generalmente se expresa en números siguiendo el patrón x:y. Dónde x es la medida en el mapa e y es la medida en la realidad.

La escala se suele expresar en centímetros Así 1:1 significaría que 1 centímetro en el mapa se corresponde con 1 centímetro en la realidad. Por razones obvias no existen mapas a escala 1:1.

El típico mapa de carreteras que llevamos (llevábamos) en el coche suele usar la escala 1:1.000.000. Es decir, 1 centímetro corresponde a 1 millón de centímetros (10 kilómetros). Si es un mapa regional, quizá una escala 1:400.000. Es decir, 1 centímetro representa 4 kilómetros.

Cuánto mayor es el dígito tras los dos puntos, menor es la escala y menor el detalle.

Cuánto menor es el dígito tras los dos puntos, mayor es la escala y mayor el detalle.

Suena enrevesado pero si piensas en una escala 1:1millón es obvio que 1 centímetro puede dar poco detalle de 10 kilómetros. Mientras que si la escala es 1:100 estaríamos representando 1 metro con un centímetro por lo que el detalle sería mucho mayor.

Así que a menor número tras los dos puntos, mayor la escala y mayor el detalle.

Por lo general, cuando hablamos de mapas topográficos para senderismo o ciclismo de montaña, la escala 1:25.000 suele ser suficiente. Un centímetro en el mapa representa 250 metros en la realidad.

Existen mapas de mayor escala (1:10.000 o incluso 1:5.000) que son increíblemente detallados.

Tanto si optamos por mapas de papel como digitales, a mayor la escala (mayor detalle) mayor el número de mapas o megas (incluso gigas) que necesitaremos para cubrir la misma área.

Nota: con frecuencia, para abreviar, expresamos los miles con la letra k. Así 1:10.000 se representa como 1:10k

Multiescala:

Cuando hablamos de mapas digitales podemos econtrar mapas con varias escalas incrustadas.

Un mapa topográfico ráster puede incluir varias capas que se muestran u ocultan a medida que movemos el zoom.

Hay que tener en cuenta que si un mapa digital ráster solo incluye la escala 1:25.000 será inútil cuando alejemos zoom puesto que seremos incapaces de leer nada. Por ese motivo, los mapas ráster, idealmente, deberían incluir escalas mayores para para “situarnos en el mapa” a zooms más lejanos, es decir, que al alejar el zoom dejemos de ver detalles como calles y  pasar a ver simplemente las poblaciones.

En el caso de los mapas vectoriales, por su propio diseño, y como ya mencionamos anteriormente, mostrarán u ocultarán capas dependiendo del nivel de zoom en el que nos econtremos. A un zoom lejano podremos ver por ejemplo España con las principales ciudades y carreteras, y a medida que acerquemos zoom, el área visible en pantalla será menor pero con mayor detalle. 

La diferencia fundamental entre ambos es obvia.

Los mapas online necesitan una conexión a internet activa.

Los mapas offline están alojados en el dispositivo y no requieren conexión a internet.

¿Qué ventajas y desventajas tienen unos y otros?

Por seguridad, es aconsejable disponer de mapas offline (precargados) en el dispositivo ya que habrá momentos en que no dispongamos de acceso a internet o éste sea demasiado débil.

Los mapas online por su parte ofrecen la ventaja de ofrecer siempre el mapa más actualizado (siempre y cuando el proveedor del mapa lo actualice). Los mapas offline además pueden ofrecer información en tiempo real tales como el estado del tráfico, accidentes u obras en nuestra ruta, etc.

– Físico o digital:

Es decir en soporte físico (papel, plástico) o en soporte digital.

Los que crecimos con mapas físicos de papel a veces los echamos de menos. Desde un punto de vista cognitivo, tiendo a pensar que favorecen la comprensión espacial del terreno. Debes por supuesto aprender a usarlos, orientarte con ellos, ya sea con la ayuda de una brújula o apoyándote en algún accidente del terreno fácilmente identificable (el pico de una montaña por ejemplo).

Los mapas digitales, en la pantalla de nuestro dispositivo, son extremadamente útiles. Sabremos sin duda en qué lugar nos encontramos, en qué dirección nos movemos, a qué distancia está determinado punto, incluso la velocidad a la que nos movemos o el tiempo estimado para alcanzar nuestro destino. Cuando cargamos un track sobre ellos, o le pedimos indicaciones para llegar a un lugar, no tendremos más que seguir dichas indicaciones. En contrapartida, y puesto que requieren escasa o nula interacción, uno puede recorrer una ciudad o una montaña sin levantar la vista de la pantalla y volver a casa sin tener muy claro dónde has estado ni tener la capacidad de repetir la misma ruta por ti mismo.

– Formatos digitales:

Los formatos digitales en los que podemos encontrar un mapa son innumerables. Podemos agruparlos en dos, ráster o vectoriales.

Cuando hablamos de formatos es recomendable pensar en extensiones de archivo. Del mismo modo que un archivo de texto puede ser .txt .doc o .docx un archivo de mapa tendrá una determinada extensión. 

Los mapas ráster, como ya dijimos, son imágenes, y por tanto sus formatos se corresponderán con aquellos que representan mapas de bits (jpg, png, tiff y un largo etcétera). Estos mapas deben por supuesto estar georeferenciados para su uso en nuestros dispositivos ya que una simple imagen sin valores de geolocalización. En función del tipo pueden contener la georeferenciación en sí mismos o necesitar de un segundo archivo que contiene esos datos. Un ejemplo ya en desuso es el par jpg+map donde el archivo jpg es la imagen y el archivo map contiene la latitud y longitud de ciertos puntos de esa imagen. Hoy en día la mayoría de mapas ráster tienen incrustados los valores de georeferenciación.

Los mapas vectoriales por su parte siempre estarán georeferenciados. Existen multitud de formatos. Cada dispositivo o plataforma usa determinados formatos. Un formato popular es el .img de Garmin. Pero ojo, eso no quiere decir que cualquier mapa con extensión .img sea válido para Garmin.

Por último, un mismo dispositivo o app, puede usar varios tipos de formatos. Siendo común que cada formato se aplique a un tipo de mapa diferente (ráster, vectorial o de relieve).

– Plataformas, dispositivos e instalación:

Si usas una app de navegación en el móvil tipo Wikiloc o Komoot, no debes preocuparte en exceso. La propia app te ofrecerá los diferentes mapas, ya sea gratuitamente o previo pago, y se ocupará de descargarlos y alojarlos en el directorio correspondiente. Muy probablemente no sepas ni dónde se han descargado esos mapas ya que con frecuencia lo hacen en un directorio innacesible (android/data/app en cuestión). Otras apps como Oruxmaps permiten alojar los mapas en el directorio “documentos” del móvil, por lo que tenemos algo más de control sobre el número de mapas descargados y el espacio que estos ocupan en nuestro dispositivo.

La mayoría de los GPS dedicados actúan de modo similar. Suelen llegarnos con mapas precargados o bien podremos adquirir los que necesitemos. Por lo general la carga de nuevos mapas se realiza a traves del software de PC asociado al dispositivo (Garmin Express o BaseMap para los dispositivos Garmin por ejemplo). Muchas marcas, en sus modelos más recientes, disponen de la posibilidad de adquir mapas directamente desde el dispositivo a través de Wi-Fi.

La instalación de los mapas será diferente según la app o el tipo de dispositivo. En ocasiones podremos simplemente copiar y pegar nuestros propios mapas desde el PC al directorio correspondiente de la app o dispositivo. Aunque lo más frecuente, como ya hemos mencionado, es que la app o el dispositivo nos guíe para hacerlo. Si no eres un usuario experto puedes terminar convirtiendo tu dispositivo en un bonito pisapapeles. Hay que saber qué tipos de archivo se pueden copiar a un dispositivo, dónde copiarlos, si estos requerirán algún tipo de activación, y sobre todo que tocar, editar, borrar, mover, determinados archivos pueden dejar tu dispositivo inservible. En el mejor de los casos podrás recuperarlo con un hard reset, pero el riesgo siempre existe si no se siguen los pasos adecuados. 

El mejor mapa no existe como tampoco existe el mejor GPS.

Cada tipo de actividad y cada tipo de usuario puede exigir mapas diferentes. Si tu dispositivo lo permite, lo ideal es llevar varios tipos de mapas y usar uno u otro en según que circunstancias.

– Senderismo:

Aunque suene un poco boomer, recomiendo mapas de papel. Podemos además llevar móvil o GPS. Pero el mapa de papel hará la experiencia de orientarnos mucho más gratificante.

– Ciclismo de carretera:

El ciclismo de carretera suele estar más enfocado a entrenamiento y a obtener métricas de rendimiento. El mapa es relativamente secundario. Así que cualquiera que sea el mapa que tu dispositivo o app ofrezca será probablemente suficiente. Es recomendable un mapa vectorial para poder aprovechar las funciones de navegación, tal y como haríamos cuando le pedimos a Google Maps que nos dirija a algún lugar.

– Ciclismo de montaña:

En este tipo de actividades suele haber mucha más controversia. Lo fundamental es que el mapa sea detallado y que se vea con suficiente nitidez en la pantalla de nuestros dispositivos. Algunos encuentran los mapas topográficos clásicos más sencillos de interpretar. Otros valoran la información de los mapas satélite. Si al igual que en carretera, queremos que el dispositivo nos dé indicaciones necesitaremos uno vectorial. La elección de uno u otro depende en gran medida del gusto o necesidades personales pero también de la versatilidad del dispositivo. Algunos dispositivos permiten gran variedad de mapas mientras que otros solo pueden usarse con el mapa o mapas ofrecidos por el fabricante.

– Cicloturismo:

Aunque podemos considerarlo ciclismo de carretera, para rutas de varias jornadas, aconsejamos llevar un mapa general a gran escala para tener una visión global del recorrido.

Novedad

El nuevo Garmin Edge 1050: el ciclocomputador más brillante, inteligente y conectado de la historia de la compañía. Con una brillante pantalla táctil, Edge 1050 combina navegación superior, seguimiento del rendimiento, conocimiento del ciclismo y conectividad inteligente, todo ello con una impresionante autonomía de hasta 20 horas en los casos de uso más exigentes y hasta 60 horas en modo de ahorro de batería.

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